Praga

Yo creo que mi vida anterior sucedió en la época medieval porque disfruto mucho estar y pasear por este tipo de lugares. Praga es una ciudad con calles, edificios, cafés, bares y lugares de gran belleza. Invita a caminar y conocerlos. También hay turistas, muchos, muchos turistas. La comida no es su fuerte, pero la cerveza sí. Ahora que lo pienso, me faltó probar variedades de cerveza, me mantuve en la sencillez de la clara y obscura.

Ocupé el primer día para visitar el Castillo de Praga; le llaman castillo, pero en realidad es un conjunto de varios edificios, jardines e inclusive la Catedral de San Vito dentro del complejo. La Catedral de San Vito combina varios estilos arquitectónicos, el que más me gustó es el estilo gótico. La visita me ocupó buena parte del día hasta la tarde que bajé por el bonito y tranquilo barrio de calles empedradas de Mala Strana hasta llegar al Puente Carlos.

El Puente Carlos es un puente de piedra, con torres medievales en cada extremo y múltiples esculturas a los costados. El río Moldava (Vltava en checo) cruza por debajo. El paisaje, el sol y la neblina dan la oportunidad de tomar fotos espectaculares. El Puente Carlos está todo el día lleno de gente, es un lugar vivo, donde artistas callejeros, vendedores ambulantes y turistas conviven. Me llamó la atención un grupo de jóvenes, tal vez de 18 años, tocando con violines canciones pop gringas, con una caja de madera para las percusiones. Mi hotel estaba muy cerca del Puente, todos los días pasaba por ahí. Me recomendaron visitarlo muy por la tarde y por las mañanas. El puente brinda diferentes vistas y sensaciones a diferentes horas. Un día me levanté a las 6 am. Caminar por el puente en la mañana, con la tranquilidad y casi vacío da una perspectiva distinta. Por las noches los faros, las esculturas y el Castillo iluminado al fondo brindan vistas únicas. Lo mejor fue el último día que tomé un walking tour para madrugadores, a las 8am. No me había tocado la neblina pero ese día había un poco de ella y tuve la fortuna de apreciar el misticismo del lugar. ¡Tomé 106 fotos del Puente! No se preocupen, hice una selección y solo tendrán que ver 31.

Después de caminar un par de días por mi cuenta tomé un tour en bicicleta, bicicleta eléctrica. Es súper cómoda, cuando pedaleas entra el motor, es perfecto para las subidas. No te cansas nada. Durante el tour paseamos por el parque Letna donde se tiene una magnífica vista de los puentes de Praga y por el Petrin Hill, que es un parque con una pequeña torre Eiffel. El guía llamó nuestra atención a la cantidad de árboles frutales, donde cualquiera puede tomar lo que desee. La más rica una pequeña fruta amarilla con sabor a durazno.

Visité lo clásico de Praga, el reloj astronómico, que conserva la misma maquinaria de más de mil años. Iglesias de estilo gótico y caminé por calles medievales. El teatro estatal donde Mozart estrenó Don Giovanni. Una casa donde habitó Kafka. Y por la noche tomé el tour de la cerveza.

Praga es el consumidor número uno de cerveza per capita en el mundo. Cuando llegas a un restaurante y pides una cerveza te traen un tarro de medio litro. El beer tour me llevó a visitar tres micro cervecerías, establecimientos relativamente pequeños que producen su propia cerveza. Normalmente no me gusta la cerveza obscura, pero la que probamos durante el tour me gustó. Recibí mi diploma de beer taster in training de manos de nuestra guía. Al final del tour el grupo decidió utilizar nuestro recién recibido mapa de la cerveza e ir a un bar llamado The Pub. Lo interesante de este lugar es que en cada mesa está instalada la máquina para que los clientes se sirvan directamente la cerveza de barril. Se abre la cuenta por mesa y cuentan la cantidad consumida en litros. Además, al centro del bar hay una pantalla gigante donde se lleva el score por mesa. Empezamos en cuarto lugar, pero claro que logramos llegar al primero.

También hice un viaje a Cesky Krumlov, una suerte de pueblo mágico a tres horas en autobús de Praga. Es un lugar sumamente fotogénico, tranquilo. Su principal atractivo es su castillo y caminar por las calles medievales. Es un lugar más bien visitado por turismo local, aunque también hay mucho turismo oriental. Me parece un excelente lugar para visitar si se ha rentado coche, pero de lo contrario recomendaría quedarse en Praga.

Fecha del viaje: Septiembre 2013